Como ya se venía avisando hace tiempo, el equipo entrenado por Nino Lario no estaba pasando por su mejor momento, poca intensidad en el juego, poca seriedad en los entrenamientos y poca generosidad con el equipo. Todos estos aspectos se mostraron el sábado por la mañana en el Manolo Ibáñez ante el tercer clasificado del grupo; MARME SAN JAVIER.
Ya se avisó la semana pasada que este partido era crucial para afrontar el encuentro de la semana que viene ante el líder y poder optar a la primera plaza que nos daba acceso a los cruces con los mejores del campeonato regional. Pero por diversos motivos la semana de entrenamientos ha sido muy mala, y sobre este aspecto todos los componentes del equipo, incluso el entrenador tienen su responsabilidad.
El partido comenzó con los visitantes muy enchufados en defensa y en ataque, proponiendo un juego muy rápido e intenso. Los totaneros se presentaron al encuentro con la cara sin lavar, por lo que el correctivo en el primer cuarto fue de 7-21. A partir de aquí el encuentro para los visitantes fue muy sencillo. El equipo local no se encuentra cómodo por detrás del marcador por lo que todos los intentos por acercarnos en el marcador fueron inútiles. Existieron muchísimos egoísmos en ataque y poca solidaridad en defensa. Todo esto llevó al resultado final de 55-79.
El camino solo es el del trabajo duro en los entrenamientos y la reflexión es que el baloncesto es un deporte de equipo. Si no se tienen asimilados estos dos conceptos el fracaso es inevitable.